Herida materna: qué es, cómo identificarla y sanarla paso a paso


Sanar la herida materna no es solo un concepto psicológico: es un dolor que se cuela en tu autoestima, tus relaciones, hasta en cuánto dinero tienes, pues de la madre proviene la abundancia. Nuestra sociedad juega un doble juego perverso: convierte a Mamá en monumento intocable ("¡santa por dar la vida!") y al mismo tiempo en chivo expiatorio universal ("todos mis traumas son culpa suya"). Reconocer esto duele muchísimo, porque además es una herida que llevas años disfrazando con pañitos de "ella hizo lo mejor que pudo".  

Aquí no hay medias tintas: o sigues repitiendo "Todas las madres fallan, es normal" mientras tu cuerpo acumula síntomas (autocrítica feroz, relaciones que piden rescate, miedo crónico a decepcionar), o te atreves a mirar de frente ese vacío. Sí, vacío. Porque una madre que no supo amarte no es solo una figura del pasado: es un molde que distorsiona cómo te ves, cómo amas, cómo vives.  

Sanarla no es traicionar a quien te parió, sino reescribir un contrato que lleva generaciones. Es un acto de coraje que cambia las reglas del juego porque aprendes a darte a ti misma todo lo que necesitas. Un viaje del que sales liviana porque sueltas pesos que cargabas desde hace décadas.   

Sigue leyendo y te cuento qué es la herida materna, cómo identificarla y lo más importante: cómo sanarla.



📌¿Qué es la herida materna?

La madre es en nuestra sociedad una figura casi sagrada a la que por un lado se le alaba y no puede tocársele, y por otro se le culpa de todo lo que nos pasa. Es extremadamente doloroso reconocer que tienes heridas causadas por Mamá, pero peor aún es hacer como si no las vieras. 

No hay manera de ser una mamá perfecta y hacerlo todo bien, eso simplemente no existe. Ni siquiera podrías definir qué es una mamá perfecta. Para algunos será una que sea puro amor. paciencia y pastelitos, y para otro alguien que le ponga límites, lo guíe, le enseñe el valor de la vida. Se habla mucho del balance, ni mucho rejo, ni mucho mimo, pero ¿cuánto de cada lado está bien? Como ves es un cálculo imposible. Es fácil entonces concluir que todos tenemos heridas maternas, pues ninguna de nuestras madres lo hizo todo bien, simplemente no podían. 

Por otro lado, cómo va Mamá a hacerlo perfecto, si ella tampoco tuvo una madre perfecta. ¿Quién te enseña cómo ser mamá, cómo ser mujer? Lo aprendes de lo que ves de tu propia madre, o de quien te cuida, y no siempre esa referencia es sana. Así que repites patrones poco sanos; pero es que no conoces otros. 

Está claro que hay quienes tienen heridas más profundas, incluso que te invalidan, y otros que tienen vínculos más sanos. Cómo te desenvuelves en la vida te sirve de termómetro para darte cuenta qué tan herido estás y cuán urgente es sanarlo. 


📌 Las manifestaciones más comunes de la herida materna son:

  • Autocrítica excesiva

  • Dificultad para establecer límites

  • Patrones de dependencia emocional

  • Sentimiento de "no ser suficiente"

  • Sentirte insegura

  • Dar mucho y recibir poco

  • No querer decepcionar a nadie

  • No lograr generar suficiente dinero


📌¿Cómo saber si tengo herida materna o paterna?

En la mayoría de los casos la relación con el padre ha sido más conflictiva o el padre ha estado ausente, física o emocionalmente. Esto te hace pensar más fácilmente que es obvio que tienes que sanar con Papá, pero no tanto con Mamá. También suele suceder que notas que tienes heridas de infancia pero no logras identificar si tienen que ver con mamá o con papá. 

Te voy a dar unas diferencias claves:

La herida materna: Está relacionada con la autoestima, el cuidado emocional, la relación con tu cuerpo, el recibir, las relaciones íntimas, el poner límites y la abundancia.

Herida paterna: Esta está más vinculada a la autoridad, la seguridad material, el construir tu carrera, el tomar decisiones, el completar lo que empiezas, el ser disciplinada, el comprometerte y los logros profesionales.


📌¿Por qué debo sanar la herida materna?

Si es tan doloroso ver la herida materna, ¿por qué sanar a mamá? ¿No puedes quedarte así simplemente y seguir con tus anteojeras soportando a Mamá los domingos en el almuerzo y ya? Por supuesto que puedes quedarte donde estás, pero como has visto, esa herida permea muchas áreas de tu vida:

1. Amor no recibido → Amor auto-generado

¿Cómo confiar en el amor si tu madre nunca lo demostró? La ausencia de ese modelo puede convertir las relaciones en un campo minado de inseguridades.  

Tu trabajo: Cultivar el amor incondicional como una semilla dentro de ti. Regarla diariamente con afirmaciones: "Merezco afecto, incluso si nadie me lo enseñó".  

2. Crítica interna vs. Autocompasión  

Si creciste con una madre dura y crítica, es probable que hoy seas tu peor fiscal. ¿Cómo romper el ciclo?  

Tu trabajo: Sustituir el “Nunca haces nada bien" por “Tengo derecho a equivocarme”. Practica la paciencia como quien aprende un idioma nuevo: tropezando, pero sin dejar de hablar.  

3. Creatividad silenciada → Expresión liberada

¿Qué quedó enterrado cuando tu madre ridiculizó tus dibujos infantiles o tus primeros versos?

Tu trabajo: Darle voz a lo que fue acallado. Garabatea dibujos en servilletas, canta desafinando en la ducha, decora tu espacio con colores que te hagan vibrar.

4. Cuerpo inadecuado → Cuerpo habitado 

Si ella vivió en guerra con su propio cuerpo, es probable que te legara esa batalla. ¿Cómo hacer las paces?  

Tu trabajo: Honrar tu cuerpo como un templo, no como tu enemigo. Hazte masajes, danza sin espejo, ponte ropa que te guste y muestre tus formas y no que las disimule.

5. Abandono emocional → Lealtad radical  

Si tu madre sufrió de depresión, adicciones, silencios... Los motivos importan menos que la herida: sentirte huérfana en casa.  

Tu trabajo: Ser la madre que necesitaste. Cuando el pánico susurre *"Vas a caer"*, responde como adulta que eres: "Aquí estoy, ahora yo cuidaré de ti”. 

Si quieres: liberar tus bloqueos emocionales, tener relaciones de pareja sanas, vincularte desde un lugar más amoroso, recuperar tu autonomía y paz interior, tienes que sanar la herida materna. 

Además si eres madre o planeas serlo, es clave esta sanación para romper este ciclo en tu árbol genealógico y regalarle verdadera libertad a tus hijos. No más repeticiones de patrones tóxicos en tu vida, ni en la de tus descendientes es el mayor regalo que puedes darte y darles. 


📌¿Es posible curar una herida materna?

La respuesta es: Sí, pero requiere tiempo y herramientas. Para que esto pueda funcionar, necesitas autoconsciencia, apoyo terapéutico y compromiso personal. Voy a ser cruda contigo, pero es la única manera de que despiertes esa autoconsciencia: Viendo videos de YouTube o Reels de 45 segundos no vas a sanar nada. Tienes que hacer el trabajo, observar esa herida supurar, que duele, pero que vas a empezar a cuidar, a ponerle el ungüento que necesita y el cariño que se merece para que pueda estar bien nuevamente. 


📌 ¿Cómo sanar la herida materna paso a paso?

La sanación es un proceso individual, pero que requiere de acompañamiento en diferentes etapas. Ningún terapeuta va a hacer el trabajo por ti. Solo tú puedes tomar las riendas, soltar lo que te hace mal, decidir avanzar y cambiar los patrones que te tienen estancada. 

Sin embargo, querer hacerlo sola, leyendo libros, inundando tu cabeza de teoría, puede que te funcione, pero hace el camino mucho más largo y difícil. Un terapeuta con quien logres conectar, que te escuche con el corazón, es como una cuerda que te ayuda a salir del pozo más fácilmente. 

Hay herramientas que te pueden acompañar todo el camino y alimentar tu autoconocimiento, como un diario emocional, una observación de tus patrones, una práctica de gratitud, la meditación regular, etc.  

También hay terapias complementarias como las Constelaciones Familiares que buscan recuperar el orden en tu sistema familiar y así recuperar el equilibrio en las relaciones de tu clan. 

Rituales para soltar resentimientos, cortar mandatos, devolver a tu madre lo que le corresponde a ella. 

Meditaciones para conectar con una energía femenina sana, amorosa y al mismo tiempo sanadora de tu linaje materno, de la energía de las mujeres en tu familia.

Y también hay enfoques con acompañamiento regular para poder profundizar más y porque a veces necesitas tener a alguien que te acompañe en etapas difíciles, para drenar, para recordar que no tienes que hacerlo todo sola. Está la psicoterapia, la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR), la psicoterapia Integrativa Informada en Trauma y otras.


📌 Sanar la herida materna es un acto de amor propio

Se requiere de paciencia, de valentía y de lanzarse a lo desconocido, mucho mejor si te permites tener acompañamiento profesional.

No se trata de borrar cicatrices, sino aprender a leerlas como mapas de tu historia. Cada paso que das, es una semilla que enterrará mandatos tóxicos y creará futuros más libres. Sí, sé que duele mirar atrás, pero ¿qué mayor acto de rebeldía que convertirte en la rama fuerte que tu árbol genealógico nunca tuvo? El trabajo es lento, sí, pero cada lágrima consciente, cada "no" dicho en voz alta, cada validación de ti misma, te acerca a un destino: dejar de ser prisionera de lo que Mamá no pudo dar y abrirte a lo que mereces recibir.


¿Sentiste que esto resonó contigo?
Sanar la herida materna no es un camino lineal, pero tampoco tienes que recorrerlo en soledad.

Te invito a conocer mi plataforma de terapias
Alkimia Femenina, ahí comparto recursos holísticos para acompañar procesos de sanación emocional y conexión interior.

Además, si estás buscando un espacio seguro para explorar lo que estás viviendo y comenzar un proceso de psicoterapia, te invito a conocer el trabajo de
Ignacia. Ella ofrece psicoterapia desde un enfoque integrativo e informado en trauma y puedes agendar una llamada de claridad gratuita aquí.

Un abrazo,
Andrea.


Andrea Ramírez Peñaloza

Andrea Ramírez es terapeuta holística y escritora especializada en procesos de sanación emocional y crecimiento personal. Si buscas herramientas holísticas para transformar patrones emocionales, visita su plataforma de terapias: Alkimia Femenina. Si prefieres profundizar en sus reflexiones literarias, conoce su trabajo como escritora en Andrea Ramirez Escritora. Ambos espacios comparten un mismo objetivo: acompañar tu camino hacia el autoconocimiento y la autenticidad.

https://alkimiafemenina.com/
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